Reto 6: Comer solo cuando tenga hambre
Elige un día en el que comerás únicamente cuando tengas hambre y pararás de comer cuando ya no tengas hambre. ¿Lograrás priorizar tus sensaciones físicas por encima de tus costumbres y ritmos sociales?
Ya hemos iniciado la práctica de la alimentación consciente con el Reto de comer sin distracciones, y esta vez vamos a adentrarnos un poco más en lo que se llama alimentación intuitiva. ¿Que qué significa eso? Significa priorizar las necesidades de tu cuerpo por encima de las exigencias sociales o mentales.

Para lograrlo, necesitarás sintonizar con tu sensación de hambre física y saber diferenciarla del hambre psicológica.
El hambre física se presenta con sensaciones físicas de vacío en el estómago, sonidos estomacales, movimientos de los intestinos y cierta debilidad o cansancio. El hambre psicológica es simplemente el deseo de comer, sin que haya ninguna prueba de que haya una necesidad de hacerlo en ese momento.
1) Comer solo cuando tengas hambre
No importa la hora que sea, si los demás están comiendo, o si alguien espera (por cualquier razón) que tu comas algo. La prioridad la tiene tu cuerpo. Este Reto implica que solo comerás cuando tengas hambre, de lo cual se desprende que si no tienes hambre no comerás (obvio, pero no tan obvio).
Manejar la parte social, los horarios y las expectativas puede ser complicado dentro de este Reto. Pero quizás la parte más difícil es la interna: ¿cómo saber, ciencia cierta, cuando tengo hambre de verdad?
Aquí más pistas:
Hambre física
El hambre física se produce debido a una caída en los niveles de azúcar en la sangre, cambios en los niveles de las hormonas dle hambre y la saciedad, y un estómago e intestinos que se encuentran vacíos. El cerebro decodifica estas señales y envía mensajes al resto de tu cuerpo, haciendo que tu estómago cruja y duela, y a veces hasta produciendo dolor de cabeza o una sensación de cansancio y debilidad.
Aunque estas sensaciones cambian de una persona a otra, estos son los síntomas más comunes del hambre física:
Cuando te acostumbras a reconocer tus sensaciones físicas de hambre, llegas a identificar patrones en tus síntomas y tus niveles de hambre y eres capaz de relacionarlos con la frecuencia y la cantidad de tus comidas. Como todo aprendizaje, esto lleva tiempo y práctica.
Hambre psicológica
El hambre psicológica es debida a pensamientos y emociones (como preocupación, ansiedad, rabia) o a disparadores externos como el ver o el oler una comida.
El hambre psicológica es lo que nos lleva a comer comida chatarra, a darnos atracones (comer en exceso y luego sentirnos culpables) y a comer por hábito en lugar de por necesidad nutricional.
2) Parar de comer cuando no tengas más hambre
Si la primera parte parecía difícil, esta quizás o es más. ¿Por qué nos cuesta parar de comer cuando ya no tenemos hambre? Porque, muchas veces, simplemente queremos seguir comiendo. Es lo que se conoce como apetito.
Apetito o ganas de comer
A veces no tenemos hambre (ni física ni psicológica) sino simplemente ganas de comer. El apetito sí que está relacionado con el hambre, pero llega un punto en que puede llevarnos a comer incluso cuando ya estamos llenos. Si eres de los que siempre tiene espacio para el postre sabes de lo que te estoy hablando 😉
Para no caer en las garras de un apetito descontrolado, el comer lento y conscientemente (como has estado practicando últimamente) es vital.
Recomendaciones y detalles a tomar en cuenta
Lo que debes hacer hoy:
1
Elige un día para lanzarte con este reto
Ten en cuenta tus ritmos de comidas y, en función de como te sientas, elige el día más fácil o el más difícil para comer solo cuando tengas hambre durante todo el día.
2
Prepara el terreno
Imagina cómo va a ser ese día. ¿Qué necesitarás? ¿Hay factores que intervendran? ¿Cómo puedes anticiparlo y prevenirlo?
Habla con las personas a tu alrededor si es necesario. Modifica el espacio de comida. Planifica lo que comerás.
Mientras mejor te prepares para este reto, más probable será que lo consigas.
3
Márcalo como completado
Una vez que realices el reto, comenta en tu Diario de Avances cómo te fue con él. ¿Pudiste hacerlo? ¿Qué sentiste? ¿Se te hizo difícil o fácil? ¿Qué aprendiste sobre ti y sobre tu ambiente al realizarlo? ¿Te gustó o lo detestaste?
También puedes compartirlo en la Comunidad de TNC (en la App).