Demora 5 minutos más al comer
Audio de la clase:
Cuando comes rápido la digestión es pesada, no disfrutas realmente la comida y parece que lo que tienes en el plato se te termina muy rápido lo cual te hace querer comer más. El resultado: terminas comiendo más en el apuro y al rato sientes el estómago demasiado lleno.
En cambio, cuando comes lento digieres mejor, es más fácil perder peso (o mantenerlo) y te sientes más satisfech@ con cada comida.
Por eso, a partir de ahora, come más lento y mejora tu salud y tu bienestar.
Quedarte más llen@ con menos comida
Uno de los beneficios más importantes del comer lentamente es que le da tiempo a tu cuerpo de reconocer cuando te has llenado.
Desde que comienzas a comer, a tu cerebro le lleva unos 20 minutos enviar las señales de saciedad... pero ¿qué pasa si tu comida dura menos de 20 minutos? A tu cerebro no le da tiempo de decirte que ya te has llenado y ocurre una de dos cosas:

Ambas cosas son un problema, y se pueden solucionar simplemente haciendo que la comida dure más tiempo.
Durante el Reto 1 de TNC ya experimentaste, aunque sea en parte, lo que significa prestar atención a la comida, comer conscientemente: saborear cada bocado, sentir las texturas, las temperaturas, los distintos sabores... no solo te quedas más feliz con la comida en general, sino que te sientes bien, bien desde dentro.
Menor hinchazón, menor pesadez
Pero, además de sentirte bien, estás bien. Porque, en efecto, digieres mejor.
Cada etapa de la digestión lleva su tiempo, tu cuerpo necesita liberar las sustancias que se van a usar, triturar los alimentos que vas comiendo, mezclarlos, descomponerlos en trozos más pequeños, hacerlos pasar hacia la sangre y llevarlos a las distintas partes en las que se usarán o almacenarán.
Si comes demasiado rápido, si no masticas bien tus alimentos y comes bocados muy grandes, estás enviando a tu estómago alimentos que no han pasado por la primera etapa de la digestión y que no están bien triturados, y eso le hace al estómago la tarea muchísimo más difícil.
No solo tu digestión será más lenta y pesada, sino que también deja de ser eficiente. Tu cuerpo ya no puede aprovechar como debe ser los nutrientes de esos alimentos y, aunque tú crees que estás comiendo lo necesario, tu cuerpo no está obteniendo lo que requiere.
Cuando comes lento, tu cuerpo tiene más tiempo de recibir cada bocado, de comenzar a digerirlo mejor desde que lo metes a tu boca (con la saliva, que contiene enzimas digestivas) y va bajando hacia el estómago (donde continúa la digestión con los jugos gástricos) y de allí seguir hacia los intestinos (donde sigues digiriendo, con más enzimas digestivas).
Adermás, el comer más lento te hará controlar las porciones de forma natural, sin intentar comer menos, sin medir ni pesar la comida, sin contar calorías. Estarás regulando la cantidad de comida que comes sin darte cuenta.
Come más lento... ¡aunque sean 5 minutos más!
Si aun no te has planteado un hábito personal específico, ¿qué tal apuntar a alargar 5 minutos el tiempo de tus comidas?
Puedes usar un cronómetro para ayudarte. Estima más o menos cuánto tiempo tardas habitualmente en cada comida, y pon el cronómetro para que dure 5 minutos más de eso.
Si no lo puedes hacer en todas las comidas de la semana, ¿quizás te puedas concentrar en una de ellas cada día? La que sea más fácil para ti, que veas que sí dispondrás de esos 5 minutos extra y que no significará un aumento de estrés en tu rutina.
Verás que poco a poco, en la medida en que lo vas haciendo y vas notando los beneficios, te irás acostumbrando a comer más lentamente.
¿Qué aprendimos hoy?
Lo que debes hacer hoy:
1
Pon un cronómetro para demorarte 5 minutos más en cada comida
Esta es una idea de cómo puedes comenzar a implementar este hábito. Si te gusta, ¡adelante con ella!
Trata de que sea en cada una de tus comidas durante toda esta semana, pero incluso si no puedes hacerlo de esa forma hazlo aunque sea en una comida cada día.