Bebiendo agua

Las 7 funciones del agua en tu cuerpo

Transportar

El agua de tu cuerpo transporta un montón de sustancias desde y hacia las células, como:

• nutrientes y oxígeno, que son importantes para que la célula crezca y se repare a sí misma
• mensajes importantes de diferentes hormonas
• productos de desecho celular, como dióxido de carbono

Disolver

El agua es un solvente (se le llama el "solvente universal") y sirve para disolver también un montón de cosas, tanto líquidas como sólidas (e incluso gaseosas, como el dióxido de carbono que mencioné arriba).

Lo único que el agua no puede disolver son los lípidos (grasas, aceites, ceras, etc.), pero en ese caso estas partículas insolubles son rodeadas por proteínas afines al agua para que puedan ser transportadas.

Limpiar

Cada vez que te lavas las manos o tomas una ducha, aprovechas la capacidad limpiadora del agua. Dentro de tu cuerpo, el agua "enjuaga" los órganos de filtrado, como los riñones y el hígado, que eliminan las toxinas de nuestro cuerpo.

Reaccionar

El agua participa en una enorme cantidad de reacciones químicas en tu cuerpo (la mayoría de reacciones, de hecho), aunque en algunos casos se deba descomponer primero (ser hidrolizada) o durante algunas reacciones. Por ejemplo, cuando se digiere el azúcar (la sacarosa) para descomponerla en sus dos componentes (glucosa y fructosa), el agua es parte de la reacción.

Lubricar

El agua es el ingrediente principal en los fluidos corporales, que son muy importantes para humedecer y lubricar tu cuerpo.

Incluso cuando respiramos, necesitamos lubricación acuosa. Si no fuese así, en cada respiro se sentiría como si se colapsaran los pulmones. Las articulaciones y el tracto digestivo también requieren de esta lubricación acuosa para funcionar adecuadamente.

Tal vez suena un poco raro que el agua sirva de colchón, o para absorber choques, pero eso es justamente lo que hace en las articulaciones. Digamos que el agua es el "amortiguador" en tu cuerpo (como esos que se les colocan a las ruedas de los autos para evitar golpes bruscos si caes en una brecha).

Tus articulaciones contienen unos sacos que están llenos de un líquido que es en gran parte agua. Cuando saltas, golpeas, te caes, o incluso cada vez que te mueves, estos sacos previenen que los dos extremos de la articulación se choquen. Entre las vértebras de tu espina dorsal el agua rellena los discos y te permite inclinarte, girar la cintura, o saltar sin que te duela ni se dañen tus vértebras.

Regular

Cuando hace mucho calor, sudas. Pues bueno, el sudor (hecho principalmente de agua) es lo que le permite a nuestros cuerpos regular la temperatura cuando está muy alta.

Pero para eso no solo participa en el sudor: el agua en los vasos sanguíneos y en la superficie de tu piel también ayuda a disipar el calor (de la misma manera en que funciona un radiador). El fluido refrigerante (la sangre) se mueve desde el motor (los órganos internos como el corazón, el hígado, los pulmones, los riñones, etc.) hacia el radiador (la piel) en donde puede disiparse el calor. Es por eso que cuando hace calor tus mejillas s eponen rojas.

¿De verdad necesitamos beber más agua?

Aunque recientemente se le ha hecho propaganda negativa a la idea comunmente aceptada de tomar 2 litros de agua diarios, esa es la recomendación que yo sigo apoyando. Es verdad que el valor exacto puede variar de una persona a la otra. En general, mientras más alta y de mayor peso, una persona necesitará más agua. Pero comenzar por los famosos 2 litros es completamente válido.

¿Cuánta agua necesitas exactamente?

Depende de muchas cosas, pero yo te diría que no te fíes de tus señales de sed, pues si no sueles tomar suficiente agua es posible que no sepas escuchar esas señales. Más bien bebe tanta agua como sea necesaria para que tu orina sea muy clara - ese es el mejor indicativo.

¿Y si no me gusta beber agua?

Como ya lo he mencionado, no se vale tomar zumos o refrescos. Sin embargo, el té sí puede reemplazar parte del agua que nos toca tomar al día.

Así que si tomar agua te suena demasiado aburrido, puedes tomar té (idealmente verde o rojo, que son los que tienen el mayor efecto sobre el metabolismo). Puedes tomarlo caliente o frío... pero no vayas a dañarlo todo colocándole azúcar (stevia sí se vale).

Además del té verde o rojo, otros tés que son ricos son el té negro, el té blanco, el té rooibos (que en realidad no es un té sino una infusión), hierba mate, o cualquier otro tipo de infusiones o tés, fríos o calientes.

Usa estas estrategias para no olvidar tomar agua durante el día:

¿Qué aprendimos hoy?