Aprendiendo a comer lento

¿Cómo puedes llegar a ser completamente consciente de lo que comes, en cualquier circunstancia?

Practicando.

Si durante las situaciones sociales, o en pleno ataque de ansiedad/estrés/tristeza/rabia/angustia te es imposible comer conscientemente, es simplemente que te falta práctica.

Como cuando estás aprendiendo a conducir. Es prácticamente imposible lograr conducir de forma segura (para ti y para los demás) en una ciudad congestionada y desconocida, a menos que antes hayas practicado el manejar en un lugar despejado y que conoces.

Es así como vas desarrollando tu capacidad de:

1. dominar al máximo las estrategias de base,
2. y responder lo mejor posible a situaciones imprevistas.

Con la comida, entonces, es exactamente igual...

Practica con la situación bajo control

Aparta un tiempo especial para tu comida en el que tengas flexibilidad en tu horario. La idea es que puedas realmente tomarte tu tiempo para realizar tu ejercicio de comer conscientemente.

Por supuesto, tendrás que invertir algo de tiempo extra en esto. Pero más adelante, cuando te vayas acostumbrando a concientizar más lo que comes, no te llevará tanto tiempo hacerlo.

Recuerda también apagar todas las fuentes de distracción durante tu comida: la tele, la computadora, el celular... todo apagado o en silencio y fuera de tu alcance durante la comida.

Modifica tu ambiente para que te ayude a lograr tus objetivos y verás como todo será siempre mucho más fácil 🙂

Antes de comenzar a comer: Respira

Antes de comer, respira muy profundo tres veces.

Aspira por la nariz y exhala por la boca. Mientras lo haces, recuerda apreciar la buena fortuna que significa que puedas tener ese plato de comida frente a ti.

Expresar agradecimiento, aunque sea en nuestra mente, es siempre una buena idea para ser feliz 🙂

Durante la comida: Aumenta tus sentidos

Cuando estés comiendo procesa bien la comida con todos tus sentidos:

• Observa cómo se ve
• ¿Cómo se siente en tu mano?
• ¿A qué huele?
• ¿Cómo es su textura cuando te metes un bocado a la boca?
• ¿Qué temperatura tiene?
  
• ¿Qué sabores percibes en las distintas partes de tu lengua?
• ¿Qué sonido hace dentro de tu boca, y al masticar?

Y otra cosa: no olvides masticar varias veces. No pienses que tienes prisa, simplemente reposa tu cubierto entre bocado y bocado, y disfruta cada uno de ellos.

Solo come, siente que eres un ser con vida, energízate y sé consciente de tu presente.

La próxima vez que te sientes a comer, no necesitarás apartar tanto tiempo para tener una experiencia consciente de tu comida.

Hazlo automático

Comer lenta y conscientemente se trata de comer sin apuros, lentamente, y poniendo atención a la comida: lo que estás comiendo, qué texturas tiene, qué temperatura tiene, qué sabores puedes descubrir, qué te gusta más...

Y también: si te ayuda o no a lograr tus objetivos, si te gusta, qué es lo que más te gusta, cómo sientes que va llenando tu cuerpo, etc.

Escoger mejor es lo que te va a permitir alcanzar tus objetivos de peso y salud, y comer lento, practicarlo todos los días hasta que se vuelva algo automático en ti, va a hacer que esas decisiones se vuelvan automáticas también.

Cuando menos te des cuenta te será totalmente natural elegir alimentos sanos y nutritivos en las cantidades ideales para ti, ¡y te vas a sentir de maravillas!